miércoles, 20 de junio de 2012

Dos dígitos. DEl 10 al 12.

El dígito reducido es la base de todo en Numerología, pero gracias a los dos dígitos podemos saber detalles adicionales muy importantes, estos nos orientan para conocer mejor a la persona que estamos estudiando.
Les doy un ejemplo:
Un Alma 5 nos dice: El 5, siempre en busca enriquecedora de experiencias múltiples, intenta diversificar su existencia. Se trata de un verdadero acumulador de energía que restituye gracias a su gran movilidad de cuerpo y espíritu. Todo lo que toca parece aumentado y toma otra dimensión. Rechaza todos los límites de forma intuitiva, puesto que no soporta las contrariedades.

Pero si este 5 proviene de un 14 ¡Cuidado! Porque se puede transformar en: Deuda kármica de abuso de libertad. Probabilidad de caer en excesos. Tendencia a la impulsividad. Errores de juicio, evaluación y elección por falta de reflexión. Placer por los desafíos que estimulen la dimensión sensorial. Muy colérico.
Y aquí podemos ver que tenemos un problema…
En Numerología, todo esta relacionado, estudiemos todas las posibilidades antes de hacer nuestra conclusión final.
El número 10:
Retorno a la unidad con la experiencia del ciclo anterior, lo que implica un plan más elevado, una vibración más asegurada, por tanto, más rapidez en la acción. Cuidado con la impulsividad. La evolución es inestable a pesar de todo, y está relacionada con los acontecimientos externos. Muchos cambios. Carácter y capacidades que alternan entre lo muy bueno y lo muy malo.
El número 11
Es el número maestro compuesto por dos 1, por lo tanto se reduce a 2. ¡Cuántas dualidades en perspectiva!
Los Números Maestros (11, 22, algunos consideran el 33 y el 33) son representativos de una evolución anterior a esta existencia y de adquisiciones sólidas, que tienen que ponerse a disposición de los demás de forma imperativa. Las vibraciones que emanan de estos números maestros son muy potentes, existen muchos ejemplos de destrucción del equilibrio psíquico y físico de un individuo.
Normalmente son muchos los llamados pero pocos los elegidos. Sólo afecta a una minoría de personas que, a través de sus actos pasados, han acumulado una gran riqueza espiritual y presentan, concretamente, capacidades fuera de lo común.
Cuando se habla de élite, se habla de deberes y misiones de categoría universal. Esto implica una exigencia en la vida y la posesión de cualidades humanas innegables, además de una constante actitud altruista y repleta de sacrificios.
El 11 denota una gran fuerza de carácter y dificultades de integración evidentes en una estructura asociativa. Sin embargo, este proceso es buscado necesariamente (el 2) para el equilibrio del nativo. Gran exigencia, tensión nerviosa, idealismo, intuición, inteligencia superior a la media. Potente magnetismo, pero tensiones de tipo relacional que pueden replantear todo.
Número 12:
Este número implica sacrificios que se deben realizar para progresar. La evolución general solicitará esfuerzos constantes y grandes dosis de perseverancia. Será necesaria una apertura espiritual para superar las pruebas relacionadas con el número 3 y esta apertura representará la clave del éxito. Sin embargo, el resultado de las situaciones problemáticas es, a menudo, favorable.