Les doy un ejemplo:
Un Alma 5 nos dice: El 5, siempre en busca
enriquecedora de experiencias múltiples, intenta diversificar su
existencia. Se trata de un verdadero acumulador de energía que restituye
gracias a su gran movilidad de cuerpo y espíritu. Todo lo que toca
parece aumentado y toma otra dimensión. Rechaza todos los límites de
forma intuitiva, puesto que no soporta las contrariedades.
Pero si este 5 proviene de un 14 ¡Cuidado! Porque se puede transformar en: Deuda
kármica de abuso de libertad. Probabilidad de caer en excesos.
Tendencia a la impulsividad. Errores de juicio, evaluación y elección
por falta de reflexión. Placer por los desafíos que estimulen la
dimensión sensorial. Muy colérico.
Y aquí podemos ver que tenemos un problema…
En Numerología, todo esta relacionado, estudiemos todas las posibilidades antes de hacer nuestra conclusión final.
El número 10:
Retorno a la unidad con la experiencia del ciclo anterior, lo que
implica un plan más elevado, una vibración más asegurada, por tanto,
más rapidez en la acción. Cuidado con la impulsividad. La evolución es
inestable a pesar de todo, y está relacionada con los acontecimientos
externos. Muchos cambios. Carácter y capacidades que alternan entre lo
muy bueno y lo muy malo.
El número 11
Es el número maestro compuesto por dos 1, por lo tanto se reduce a 2. ¡Cuántas dualidades en perspectiva!
Los
Números Maestros (11, 22, algunos consideran el 33 y el 33) son
representativos de una evolución anterior a esta existencia y de
adquisiciones sólidas, que tienen que ponerse a disposición de los demás
de forma imperativa. Las vibraciones que emanan de estos números
maestros son muy potentes, existen muchos ejemplos de destrucción del
equilibrio psíquico y físico de un individuo.
Normalmente son
muchos los llamados pero pocos los elegidos. Sólo afecta a una minoría
de personas que, a través de sus actos pasados, han acumulado una gran
riqueza espiritual y presentan, concretamente, capacidades fuera de lo
común.
Cuando se habla de élite, se habla de deberes y misiones de
categoría universal. Esto implica una exigencia en la vida y la
posesión de cualidades humanas innegables, además de una constante
actitud altruista y repleta de sacrificios.
El 11 denota una gran
fuerza de carácter y dificultades de integración evidentes en una
estructura asociativa. Sin embargo, este proceso es buscado
necesariamente (el 2) para el equilibrio del nativo. Gran exigencia,
tensión nerviosa, idealismo, intuición, inteligencia superior a la
media. Potente magnetismo, pero tensiones de tipo relacional que pueden
replantear todo.
Número 12:
Este número implica sacrificios que se deben realizar para
progresar. La evolución general solicitará esfuerzos constantes y
grandes dosis de perseverancia. Será necesaria una apertura espiritual
para superar las pruebas relacionadas con el número 3 y esta apertura
representará la clave del éxito. Sin embargo, el resultado de las
situaciones problemáticas es, a menudo, favorable.