El número 31
Está considerado como el pequeño protegido de los dioses… aunque
no es una razón para tutearlo. El número 31 provoca la aparición de
circunstancias que facilitan el éxito sin demasiado esfuerzo. Es mejor
poseerlo, pero cuidado con el orgullo, que provocará sobre todo, al
igual que el número 13, retornos a la casilla de partida.
El número 32:
Mucha sabiduría, tanto innata como por adquirir. Mientras esta
sabiduría no esté integrada, se presentarán continuas trabas a los
proyectos. Este símbolo representa la última fase de un ciclo
iniciático, lo que implica una renovación cercana. Muchos intentos se
quedarán en un estado embrionario si no se presenta a tiempo un proceso
espiritual aliado al deseo de construir.
Número 33:
Algunos
numerólogos, como yo por ejemplo, lo consideran un número maestro, se
da mucho en los denominados Niños Cristal. Otros le reconocen algunas
características, pero no le otorgan ese título honorífico, puesto que
muchas personas lo asumen sin mayores dificultades.
Estas personas
se distinguen por tener un sentimiento elevado de las responsabilidades
puestas al servicio de los demás y una característica fuerte ambición
para aquello que pretenden.
El éxito está inscrito con esas dos
condiciones. Una atracción por el dinero y el poder se desprende de esta
vibración. Asegura una cierta prosperidad y protege la vida afectiva.
Número 34:
Muchos
obstáculos para el desarrollo. Incomprensión, confusión, malestar,
ruptura y nuevos inicios sobre nuevos acuerdos… con esta vibración es
necesario estar abierto al diálogo.
Número 35:
Muchas fuerzas y mucho dinamismo. Domina una búsqueda de la perfección. Éxito asegurado en las ciencias de la investigación.
Número 36:
Los
viajes (cuerpo y espíritu) dominan con esta vibración. El éxito se
obtiene a veces en el extranjero. Necesidad de poseer una buena apertura
de espíritu. Mucha armonía en la vida. Es necesario estar atento a las
contrariedades oculares.
Número 37:
Simboliza
las protecciones y consolida la noción de amistad. Buenas oportunidades
en las relaciones, con esta vibración surge bastante suerte en la vida
sentimental y en la vida familiar.
Número 38:
La
mujer ocupará un lugar muy importante en la vida del individuo. Unión
feliz para un hombre, pero no especialmente en la vida privada. La
actividad será intensa.
Numerosas aperturas en todos los ámbitos. Relaciones humanas más o menos eléctricas.
Número 39:
Adversidad en los proyectos y peligro de ser superado por los
acontecimientos o de dejarse ganar en la línea de llegada. Número
perturbador en lo sentimental, se producirán rivalidades y discusiones.